10 enero 2006
Autoestima: Acción y aprendizaje
Soy un fraude, así, con angustia, se refería a si mismo una persona en una sesión de coach. Indicaba así su incomodidad con la distancia que observaba entre su discurso y sus acciones. Mas aún, parte de su aflicción se refería a la identidad que había generado en su institución, gracias a su discurso, y que sentía que difería de su práctica.
Creo que en diversas situaciones, la mayoría hemos sentido esa sensación, lo que Peter Senge en La Quinta Disciplina, llama la brecha entre “teoría expuesta y teorías-en-uso”, y que puede ser causa de desaliento, o aún de cinismo. Tal como indica, surgen como consecuencia de la visión, no de la hipocresía. Esta brecha contiene el potencial para el cambio creativo, sin esta brecha no hay aprendizaje, el problema no está en la brecha, sino en no reconocerla.
Mientras no reconozca la brecha entre mi teoría expuesta y mi conducta real, no habrá aprendizaje.
Peter Senge, indica la dificultad de ver nuestras teorías-en-uso, para lo cual requerimos la ayuda de otra persona, indica un colega “despiadadamente compasivo”, en esa época, no existía el coach como profesión, y cita una frase de Bill O´Brien de Hanover “el ojo no puede verse a si mismo”
Otra forma que conversábamos en esta reunión de coach, es entender que los juicios sobre su acción, se basan en estándares. Así la organización puede tener juicios positivos de su labor, mientras que ella, con juicios más estrictos, se descalificaba y se trataba de fraude.
Podemos poner nuestra estima en nuestra capacidad de acción, lograda mediante el aprender, no sólo en tener bellas teorías.
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5 comentarios:
Que duda cabe ,la gran brecha entre lo que decimos y lo que hacemos,en el discurso polìtico es patètico,bueno tambièn en nuestras vidas
Esto me recuerda una pelicula de Almodovar (no recuerdo cual) donde uno de los personajes, un travesti, dice que uno es mas feliz mientras mas se acerca a lo que sueña ser.
Carolina
Esto me recuerda otra historia...La visita de tu vida:
Mañana será mejor...: La visita de tu vida#links#links
Atte.
Mauro
Yo también he pensado lo mismo. Algo así como...algún día me van a pillar, se van a dar cuenta que no sirvo para nada...Esos son los días con la "nube gris" sobre la cabeza.
Ahora pienso: que me pillen nomás, total, a quien le importa!
vaya Andrea y yo que me creía tan especial :)
Yo le he llamado "el día del desastre", cuando caiga la carcasa ...y en los demás asome la sensación de estafa.
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