Me surge la idea que a futuro en vez de presentar curriculum vitae, con nuestros estudios e historias de éxito para postular a un cargo, presentaremos las historias de nuestros fracasos, como hemos aprendido de ellos y como nos hemos recuperado de ellos. Es la necesidad de aprender y enseñar resiliencia como habla Leonardo Maldonado, la posibilidad de convertir nuestros dolores en nuestros maestros, maestros de resiliencia.
Creo que la mejor expresión de la posibilidad de usar nuestros dolores como oportunidades para el futuro, está en el poema de Thich Nhat Hanh que nos regala Leonardo
"Las lágrimas que derramé en el pasado,
se han convertido en lluvia
que riega suavemente
mi jardín de hoy."
se han convertido en lluvia
que riega suavemente
mi jardín de hoy."
5 comentarios:
Honrado de ser citado en su blog.
Para que lleguemos a hablar de nuestros fracasos con tal soltura, vamos a requerir como sociedad soltar el juego de querer estar en el bando de los winners
Gracias Leonardo.
Creo que en lo que dices, está el meollo del proceso de aprendizaje que mencionas, superar el modelo mental que presume que es posible ser un winner sin aceptar e incluso agradecer los dolores del aprendizaje.
Aceptar nuestra sombra como requisito para la luz.
Es apasionante ver como una encuesta muestra a Mandela como el dirigente que el mundo quiere, una persona que pasó una parte importante de su vida en prisión. Pudo ser un winner dado que aprendió de su dolor anterior.
Bonito post Raúl, también tu diálogo con Leonardo Maldonado, estas conversaciones aportan a nuestro crecimiento, nos agregan valor.
Saludos
O... lo que no mata fortalece.
la vida y el medio que me contamina me ha enseñado a aceptar los exitos como buenos y los fracasos como malos. hace poco tuve un fracaso y la verdad siento que mi vida a cambiado, pero ahora me estoy levantando de esto y al leer este art. m parece increible lo que hace el cambio de vision.
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