17 abril 2006

Los seres humanos somos seres de amor


Los seres humanos somos seres de amor, esto lo han indicado todas las tradiciones espirituales, y lo han corroborado las investigaciones biológicas, Humberto Maturana nos indica que el 99% de las enfermedades son por falta de amor.

De niños lo aprendemos rápido, necesitamos y aprendemos a reclamar ese amor, y aprendemos como obtenerlo

Si aprendemos que haciendo berrinches, nos miran, nos atienden, aprendemos a hacerlo así, trasgredimos los límites para mostrar que existimos y pedir que nos vean, esto puede llevar a conductas antisociales o simplemente pretender monopolizar la palabra en una reunión. Irónicamente esto nos puede generar rechazo y no amor

Mas tarde podemos aprender que sacándonos buenas notas obtenemos la aprobación de los que nos interesan, y esto de adultos, lo podemos transformar en autoexigencia personal, nos esmeramos ser mejores, en ser exitosos, para ser queridos. Esto nos puede generar respeto, pero no amor

O aprendimos que una forma de obtener amor es haciendo favores, portándonos como niños buenos, eso nos puede llevar a estar siempre atentos a hacer favores a otros, olvidándonos o postergándonos nosotros mismos, dependiendo del juicio ajeno, y en definitiva caemos en actitudes serviles. Irónicamente esto puede generar desprecio y no amor

O aprendimos que una forma de obtener amor es ser simpáticos, tener siempre la talla oportuna a la mano, sin aprender a ver como el resto la escucha. Esto nos lleva a mantener esa actitud, con tallas o ironías que algunos nos celebran, pero que dañan, sin que busquemos ese efecto, a otros. Esto nos puede generar simpatía, pero no amor.

Necesitamos el amor, necesitamos sentirnos queridos, sentirnos parte de una comunidad. Muchas veces he escuchado, y me hace sentido en mi propia experiencia, que el miedo mas profundo, es el miedo a no ser querido.

En la medida que no estemos concientes de esa necesidad que todos tenemos, podemos tender a rechazarla, negando en nosotros esa necesidad,. Así nos convertimos en el Gigante Egoísta o en el Ciudadano Kane, o por el contrario, lo convertimos inconcientemente en el eje de nuestra acción, usando alguno de los aprendizajes indicados anteriormente.

Otra opción es tomar conciencia de esa necesidad, de ese miedo, y aprender a buscarlo por otros medios, tales como

Querernos a nosotros mismos. Si nos queremos lo suficiente, si como dice Nelson Mandela, recordamos que somos hijos de Dios, dependemos menos del amor ajeno

Aprender a dar amor. Según la experiencia de todos aquellos que viven llenos de amor, la forma de aprender es dando, el recibir llegará sólo, cuando hayamos dejado de preocuparnos de recibirlo

Ponernos en contacto con nuestra vulnerabilidad y no esconderla. Es en nuestra vulnerabilidad donde las personas nos pueden apoyar, donde nos podemos dejar querer, esconderla es nuestra forma de negar a otros la posibilidad de querernos.

Necesitamos amor, estar concientes de esa necesidad nos permite ejercer con libertad y autonomía el amor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al parecer cada tipo de personalidad (eneatipo), lo que hace, es buscar a su modo el amor, al que engañados por el ego le llamamos admiración, respeto, simpatía, desarrollo personal o como sea en cada caso.
Quizas el problema es que erramos al identificar lo que en verdad necesitamos, y vamos tras un camino que no nos da lo que andamos buscando; amor.

Karina Puvogel dijo...

primera vez que lo este tipo de pensamientos, tan originales para mi. GRACIAS por compartirlos al mundo!
qué cierto todo lo que dice, Raúl