07 septiembre 2005

El efecto Pygmalion en la familia, la empresa y la política


En la metodología de la Entrevista Apreciativa aprendí este concepto, el efecto pygmalion y sus efectos en las organizaciones. Las personas se comportan de acuerdo a las expectativas que tenemos de ellas, generándose así en una suerte de profecía auto cumplida o de un círculo vicioso del cual requerimos estar alerta para salir del mismo. Una trampa que genera desapropiación y falta de compromiso en las organizaciones, llámese familia, empresa, país e incluso a nivel personal con las creencias en torno a nosotros mismos

La visión de futuro que tengamos nos ayuda a salir de la resignación que podamos tener de la situación actual, así en la familia con el hijo que se comporta con menos madurez de lo que deseamos, el tratarlo como un inmaduro, sólo reforzamos esa conducta. En cambio al estimular, y reforzar los actos de madurez, y arriesgándonos y cuidando los efectos catastróficos de los errores, estimulamos el comportamiento maduro. Es una apuesta basada en nuestra visión de futuro del hijo que queremos. Otro ejemplo es la madre que hace las tareas de su hijo, ya que considera que este tiene mas exigencias del colegio de lo que corresponde.

En la empresa, nos encontramos con el mismo efecto, queremos tener innovación y castigamos los errores, así formamos personas temerosas de innovar. Queremos dar servicio al cliente y desconfiamos de la persona que dará ese servicio con rígidos controles y limitadas atribuciones, así la persona prefiere someterse a los controles por encima del servicio al cliente que postulamos. Queremos que los jefes sean líderes de su personal e intervenimos en la administración de su personal por miedo a los excesos que pueden cometer, generamos así jefes castrados en su desarrollo como líderes. Nuestros competidores son nuestros enemigos, ignorando así los beneficios de la coo-petencia. Y podríamos seguir con otros ejemplos.

En la organización país, encontramos mas ejemplos, el centralismo que duda de la capacidad local para tomar decisiones, ahogándolos con su centralismo, impidiendo que surja la capacidad local. El presidencialismo que duda de la capacidad de los parlamentarios, el Ministerio de Hacienda que duda de la capacidad de los servicios de manejar sus presupuestos. Los Ministerios y servicios sociales que apoyan a los pobres, ya que estos no tienen oportunidades en la vida. Y podríamos seguir buscando ejemplos de profecías auto cumplidas, del efecto pygmalion en la práctica.

Usar el efecto Pygmalion es una poderosa herramienta organizacional si nos conectamos con lo queremos hacer, en vez de conectarnos con nuestros miedos respecto a la imposibilidad de lograrlo.

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