02 diciembre 2005

Viviendo en el cielo y en el infierno




En una comida de blogueros, conversábamos del impacto que nos ha significado exponernos a través del blog, y hubo una conversación que me atrajo en particular. Sólo podemos disfrutar de la felicidad, otro hablaba de la realización, si hemos pasado por el infierno, e se indicaba la necesidad de aprender a estar en paz con ese paso por el infierno que todos hemos tenido mas de una vez, para disfrutar de la felicidad.

Me quedé en la reflexión de como vivir estos altos y bajos de la vida, a los que nos exponemos cuando queremos vivir la vida con mayor plenitud, en vez de la resignación de vivir a medias, no exponerse para no sufrir.

Recordaba dos historias que nos ilustran la posibilidad de aprender a vivir en la impermanencia, sin caer destrozado por la estadía en el infierno, y sin tratar de apegarnos a los momentos que vivimos en el cielo.

La historia del rey, que se encontraba sitiado por sus enemigos, sin ver ninguna posibilidad de salida a su situación, y al pedir consejo a un anciano sabio, este le dio un papel que debería abrir sólo cuando ya no viese ningún otro recurso. El rey, esperanzado con tener ese consejo guardado, enfrenta a sus enemigos, logra recomponer su situación, y finalmente termina triunfando. Cuando está disfrutando de las fiestas de celebración de reconquista de su poder, recuerda el papel que aún conservaba y lo abre. El papel decía. "esto también pasará"

La otra historia es del campesino que era objeto de la envidia de sus vecinos por vivir siempre alegre y por el caballo que tenía, un día el caballo desaparece, y ante los lamentos y congojas de sus vecinos, el campesino, sin perder la calma, indica, "por algo será". A los pocos días, el caballo regresa acompañado de una tropilla de hermosos caballos salvajes, y ante las felicitaciones y gritos de felicidad de sus vecinos, el campesino, sin perder la calma, indica, "por algo será". Posteriormente, al intentar amansar a uno de los nuevos caballos, el hijo del campesino se cae y se quiebra una pierna, y ante los lamentos y congojas de sus vecinos, el campesino, sin perder la calma, indica, "por algo será". El país entra en guerra, y el ejército recluta a todos los hombres para ir al ejército, menos al hijo del campesino, por estar con la pierna rota, y ante las felicitaciones y gritos de felicidad de sus vecinos, el campesino, sin perder la calma, indica, "por algo será".

Disfrutar la vida es incorporarse a su impermanencia

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasé por aquí. Te leí y tuve un muy buen rato.
Muy buenas historias, gracias.

Mauro dijo...

Buenas las historias...provocan sinapsis creadoras y liberadoras...en especial "esto tambien pasará"...hace poco perdí a mi padre y mi mejor amigo producto de un cancer detectado tardíamente...su comportamiento frente a la enfermedad me hizo replantearme muchas cosas y encontrar un faro que me guia al futuro....y en ese camino encontré que la separación lactea es la mas justa: entre los buena leche y los mala leche.
Siga posteando.

Anónimo dijo...

Tu blog tiene cosas muy interesantes, yo que soy nuevo en esto trato de aprender de blogs como el tuyo... muchas cosas de tu blog las comparto con mi padre y mi hermano.
Saludos y Gracias Raúl Herrera

Anónimo dijo...

Buena reflexión, karma dirían algunos, es importante pensar en qué es ese "algo" , es Dios? Es la ley de la re encarnación?, o sólo por algo...